lunes, 8 de junio de 2009

Que la dejen como está




La publicidad es a la televisión como las cacas de perros a los parques; a nadie le gusta, pero estamos acostumbrados. Quizás pensando que TVE se parece mucho a un parque, Zapatero ha decido suprimir la publi para hacer una televisión de calidad. Las voces de los profesionales del sector han sonado más altas de lo que lo hicieran nunca sus anuncios. Sobre todo las de los propietarios de las privadas que se han enterado de que el asunto les va a costar una tasa. En la misma situación se ven las compañías de teléfonos, que también se saben paganinis. Estos, que no pierden céntimo al minuto, ya han encontrado solución al problema: cargarán la tasa al usuario en factura. Llama la atención cómo se han puesto todos de acuerdo, cómo se han olvidado de políticas de marcas y competencias. Todos a una y Telefónica, que de sacarnos la pasta sabe un rato, a la cabeza. Eso sí, como son tan honrados ellos, marcarán en rojo la cifra que corresponda a la televisión; para que el ciudadano esté informado, dicen. A nada que le demos un par de vueltas al asunto, llegamos a la conclusión de que las privadas harán más o menos lo mismo: subir el precio del espacio publicitario, lo que repercutirá en el anunciante y en última estancia en el consumidor. TVE seguirá siendo un agujero negro y público, ahora más caro. Además, con publi o sin ella, TVE y calidad son conceptos opuestos. Como dicen los publicistas: ¿Hay algo más público que la publicidad? Pues virgencita, virgencita que la dejen como está.

Para la revista 943

Foto de Getty Images

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